martes, 25 de julio de 2017

Para quien Entendiere... El Simbolo

simbolos masonicos
Es un lugar común decir que en la masonería todo es símbolo. Que los símbolos nos hablan. Que a través de ellos y reflexionando sobre su significado nos construimos como masones; considerando esa reflexión como un puente entre lo imaginado y lo real. Entre el valor y significado que le atribuimos al símbolo y el efecto que esperamos alcanzar con su uso interior.
Pero qué valor, qué significado le atribuimos a eso que hemos dado en llamar símbolo; y sobre todo, cómo construimos un símbolo que sea considerado y aceptado como tal por los demás en cuanto representación sensible de una idea que compartamos y nos sirva para entendernos y avanzar.
Porque el poder del símbolo se basa en que esas representaciones subjetivas de la realidad pueden ser compartidas hasta darles esa condición de “certeza externa” que llamamos objetividad, de modo que un compás sea algo más que un elemento de dibujo o un nivel o plomada elementos de reflexión a la par que instrumentos de construcción.
Es entonces cuando el símbolo, para un grupo determinado, se constituye en algo común que se comparte, de modo que su función se asiente dentro del rito, de la reflexión común; por mucho que la interpretación y las formas particulares de ésta sean distintas para cada persona, e incluso diferentes según el momento de la peripecia vital en que se trabaje el símbolo.
Y es esa flexibilidad del símbolo lo que le da fuerza para perdurar en el tiempo, en tanto no es una idea cerrada, un dogma, sino que se enriquece con las interpretaciones de los que compartimos un ideal común más amplio. Si bien, no todas las interpretaciones tienen cabida en ese campo común del ideal. Hay límites. Por extraño que esto pueda sonar en algo que en masonería es un desiderátum: “el libre pensamiento”.
Si cada masón usa los símbolos como algo vivo, que le tocan en cada momento de su vida, que están en constante evolución con su peripecia vital, ¿cómo pueden tener una limitación que esté más allá de su libre albedrío interpretativo? Si con los símbolos que nos proporciona la masonería vamos construyendo un universo propio que nos hace entender de otra manera nuestra posición en el mundo, ¿cómo podemos, entonces, hablar de límites?
Si con los símbolos damos sentido a una parte de nuestro mundo al tiempo que lo ordenamos con y para los demás; si con los símbolos nos constituimos en creadores de un mundo donde la intuición nos da un conocimiento inmediato de lo aparentemente desconocido -asegurándonos ilusoriamente el control de la situación-, estaremos entonces en la construcción de un campo donde ciertas reglas de juego deben ser respetadas para saber de qué hablamos cuando le damos un sentido personal a un símbolo común, que no desvirtúe su esencia ni lo haga incomprensible e inservible para el otro.
Los símbolos que los masones utilizamos para construir una realidad acorde a nuestros objetivos son los que modifican las identidades individuales y la colectiva. El animal simbólico que somos nos hace capaces de representar el mundo a través de símbolos. Ya no somos sólo seres racionales, sino que, además, ahora también somos seres simbólicos, capaces de crear e interpretar símbolos.
Ahora bien, esta posibilidad queda íntimamente ligada a nuestra capacidad de razonar: somos seres simbólicos porque previamente somos racionales; creamos e interpretamos símbolos porque somos capaces de pensar en ellos. Sin este requisito previo no hay símbolo ni significado imaginario. No hay intuición ni conocimiento compartido sobre valores atribuidos a elementos o figuras inertes que no hayan pasado por el filtro de la racionalidad. Si somos capaces de representar el mundo por medio de símbolos es porque previamente hemos sido capaces de pensarlo.
Y es en esta condición de elementos creados por el raciocinio donde los límites aparecen. Ya que transmitir emociones con símbolos, interpretar éstos, que no conjeturar,  implica en algo que puede considerarse ilimitada -la interpretación-, la coherencia interna del discurso. Coherencia que tiene que ver con el objeto -el símbolo-, con la historia previa de lo interpretado, con la intención del interpretador y con la interpretación del oyente.
Los símbolos no existen per se, sino que son creados. No existen los arquetipos que se manifiesten como las ideas en la cueva de Platón, aislados de la historia personal. No son imágenes ancestrales autónomas de la historia social de la persona.
Los símbolos son usados en los ritos por su poder evocador, por su fuerza para traernos al imaginario común “evidencias” que compartimos. Pero esas “evidencias” pueden estar basadas en formas distorsionadas o extrañas, sólo comprensibles intragrupo, de realidades que se pretenden ciertas e inmanentes.
Entonces los símbolos no sirven para la reflexión, sino sólo para el acatamiento a “verdades” que quizá fueran útiles en su momento, pero que con la historia se han vuelto anacrónicas. Se usan, se visten, o escriben pero difícilmente se sabe por qué se usan, para qué sirven, cuál es su origen o qué función tienen hoy en la masonería.
Entonces lo simbólico pierde el sentido ritual para convertirse en rutina. Hacemos pero no entendemos por qué lo hacemos. La acción se convierte en tropismo creando significantes ajenos al símbolo. Aquí, la distorsión simbólica nos aprisiona sin que seamos capaces de entender qué sentido y significación han tenido.
Los símbolos son nuestra herramienta y nuestro lenguaje. Sin ellos quedaríamos indefensos ante el caos que la irracionalidad de las emociones. Cuidémoslos. Pero sobre todo: entendámoslos.
He dicho.
Ricardo Fernández.

lunes, 24 de julio de 2017

En la Masonería se Ingresa… por una Puerta muy Pequeña


Desvelamos los pasos y requisitos para ingresar

23 Julio, 2017
 Los Masones, como expresión simbólica, solemos decir: “En la masonería se entra por una puerta muy pequeña, pero se sale por una puerta muy grande.”

EL SISTEMA DE INGRESO

En primer lugar tengo que aclarar que la masonería no es una organización de masas. Como decimos también de forma simbólica, “queremos las mejores piedras para la construcción de nuestra catedral”. Y para nosotros, nuestra catedral, es la sociedad en la que vivimos. Aspiramos a construir una sociedad más Libre, más Igualitaria y más Fraternal.
El solicitar el ingreso en masonería  es una decisión personal que aquellos y aquellas que deseen pertenecer a esta organización deben tomar de forma libre. En la masonería no está permitido hacer proselitismo, entendido este como el pedir a alguien que entre en nuestra organización. Esto como digo, es una decisión que cada cual debe tomar de forma libre y voluntaria.
La masonería busca el perfeccionamiento individual y social.
Una vez que se ha decidido, se puede pedir el ingreso (al final de este artículo, indico cuatro direcciones de internet, sobre cuatro organizaciones que están implantadas en España) por medio de una solicitud a la organización a la cual se desea pertenecer. Se inicia un proceso largo y minucioso, pero asequible a cualquier hombre o mujer de buenas costumbres. El solicitante será llamado por un maestro o maestra masón, el cual le hará una entrevista previa y le cuplimentará un formulario con sus datos personales. A partir de esta entrevista, y si es aprobada su solicitud por la Logia Masónica a la cual vaya a pertenecer, le volverán a llamar por separado tres maestros y maestras masones, para hacerle cada uno de ellos una entrevista. Estas entrevistas versarán sobre temas sociales, culturales etc.
Posteriormente, el solicitante será citado en el local de la Logia Masónica y será sometido a una serie de preguntas que le harán los miembros de la Logia. Una vez realizado este proceso, se vota por parte de la Logia, y si el candidato o candidata se considera apto para pertenecer a la masonería, se le citará para su iniciación masónica.

REQUISITOS

Como decimos también de forma simbólica los masones, para ser aceptado en la masonería basta con “ser un hombre o una mujer de buenas costumbres”.
A la masonería pertenecen personas de todas las ideologías políticas. De todas las creencias, religiosas o no. De todas las clases sociales. Y de todas las formaciones, académicas o no. Hay parados, empresarios, universitarios, catedráticos, profesores, etc.
Una persona, que quiera pertenecer a la masonería debe saber que es una organización iniciática donde se trabaja fundamentalmente para conseguir, a nivel individual, ser mejor persona, es decir, pulir nuestra piedra bruta. Pero la masonería, también tiene un componente muy importante de trabajo intelectual. Toda aquella persona que pretenda pertenecer a la masonería tiene que estar dispuesta a trabajar intelectualmente. A pensar y escribir sobre temas sociales que se tratan en la masonería y sobre temas simbólicos. La masonería es un camino de aprendizaje donde el masón, con su trabajo, se convierte día a día en un elemento para incidir en la sociedad con un único fin: que la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad en el mundo sean cada vez más universales.
A continuación indico, las direcciones de internet de las organizaciones masónicas que operan en nuestro país:
  1. La Federación Española de la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano. Esta Orden, pertenece a la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano con sede en Paris.  www.elderechohumano.org
  2. El Gran Oriente de Francia en España. Esta organización pertenece al Gran Oriente de Francia con sede en Paris. www.masoneria.es
  3. La Gran Logia Femenina de España www.glfe.org
  4. Gran Logia Simbólica de España www.glse.org
( José Alberto Hidalgo Piñero es Maestro Masón)
Fuente:  www.ProProNews.com

viernes, 21 de julio de 2017

Plática entre Benito Juárez y un cura (su amigo).



Fragmento de la serie de televisión "El Carruaje" en el que Benito Juárez (José Carlos Ruíz) explica a un cura (Ignacio López Tarso) los motivos de la desamortización de los bienes de la Iglesia Católica.

lunes, 17 de julio de 2017

Introducción al Manifiesto Social-Gran Logia de Aragón-Gran Oriente de Aragón



MANIFIESTO: 
La Gran Logia de Aragón-Gran Oriente de Aragón con sus Logias y sus afiliados trabajamos como ciudadanos responsables imbuidos de los valores y principios democráticos, de libertad, Igualdad, Fraternidad sentimos el deber cívico de manifestar:
La democracia es el fundamento de nuestro orden constitucional, que concibe el poder público al servicio de los ciudadanos y nunca como una representación de una comunidad parcial, sea esta religiosa, partidista, clasista o cultural.
Desde el punto de vista democrático, la soberanía recae sobre los ciudadanos libres e iguales que deciden sobre legitimidad y ejercen el control del poder político, sin que deba tenerse en cuenta para ello ninguna otra condición, como ser la pertenencia religiosa, filosófica-doctrinaria, categoría socio-económica o étnica o cultural.
El estado democrático y aconfesional es la garantía de la existencia de una sociedad estable y plural, donde sus integrantes puedan adherir en libertad a las doctrinas religiosas, filosóficas o morales de su interés y convivir en paz.
Desde este punto de vista los valores que la democracia fomenta, son el pluralismo y la tolerancia, principios rectores de esta. Ello implica cerrar el paso a toda tentación política de lo confesional en cualquiera de sus vertientes, al tiempo que brinda las garantías para la existencia de un espacio social  de gran amplitud.
La democracia debe ser la garantía de la libertad absoluta de conciencia; libertad de creer o no creer, de manifestar sus convicciones metafísicas, sin imposiciones de ningún tipo dentro de los marcos legales generales que protegen la convivencia pacífica de los individuos. 
La educación debe ser una preocupación cardinal de los Poderes públicos, ya que gracias a ellas las personas pueden llegar a hacerse dueñas de su propia libertad y superar la fatalidad y el conformismo. En particular, es primordial la enseñanza sin partidismos de ninguna clase ni políticos ni religiosos, siendo esta gratuita y obligatoria, como formadora de futuros ciudadanos y ciudadanas en igualdad de condiciones, independientemente del origen social, cultural, económico o de creencias.
La sanidad universal y gratuita para todos los ciudadanos. Un país sano es próspero y ese bienestar facilita una mejor concordia entre los ciudadanos.
La relaciones internacionales deberán marcar caminos de entendimiento, por encima de intereses partidistas o de grupo, económico, político o religioso, buscando en los contrarios lo que nos une, como método de trabajar por la paz, y así desterrar cualquier tipo de confrontación que conducen a la destrucción y división de los seres humanos.
Los valores cívicos y democráticos básicos, así como la paz, tolerancia, solidaridad y respeto por toda la comunidad, deben impregnar todas las enseñanzas que se impartan en los centros educativos, incluidas aquellas que se refieran a la historia de las ideas y de las religiones o el arte y cuantos adelantos tenga la ciencia en cada momento.
Por último, los masones de la Gran Logia de Aragón-Gran Oriente de Aragón y de sus Logias manifestamos nuestro compromiso con la defensa de los valores institucionales democráticos, que expresen de los principios de la Razón. La Tolerancia y la Fraternidad, así como nos obligamos a reflexionar acerca de los desafíos presentes y futuros de la Ciencia, Trabajo y Progreso, con el objetivo de ampliar los horizontes del bienestar y de libertad de la sociedad en  su conjunto.

Jesús Aznar (20-9-2016)

domingo, 16 de julio de 2017

El LIBRO DE LA SELVA Y LA MASONERIA









El autor, a través de un cuidado y fundado proceso discursivo, prueba la imposibilidad de que el Libro de la selva tenga explicación sin la experiencia masónica vivida por Kipling. A lo largo del ensayo, se logra desenmascarar la logia encubierta que Kipling escondió en el relato. Akela, como venerable maestro de la manada de Seooanne, y Bagheera y Baloo, como maestros vigilantes, son los encargados de transmitir al pequeño Mowgli el poso de la tradición de los Pueblos libres de la Selva. En la lectura subyace, por tanto, el valor de la tradición y el ritual como instrumentos para la supervivencia de la civilización.

"El Método Masónico".



"El método masónico", charla impartida por D Santiago J Castellà Surribas.

Don Santiago José Castellà Sorribas nació en Barcelona en 1967. Maestro masón perteneciente a la Gran Logia Simbólica de España, de la que fue Gran Orador y Gran Maestro adjunto. Es patrono de la Fundación Francisco Ferrer y Guardia y fue Presidente del Movimiento Laico y Progresista. Profesionalmente es licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas, Doctor en Derecho internacional público y profesor del Departamento de Derecho Público de la Universitat Rovira i Virgili, en la que fue Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Vicerector de Relaciones Externas. Es académico de número de la Real Academia Europea de Doctores, colabora en diferentes medios de comunicación, y es Director de la Cátedra Universidad-Empresa “TARRAGONA SMART MEDITERRANEAN CITY”, entre sus numerosas publicaciones, la última de 2016, “Hacia un nuevo Derecho de Gentes”, Real Academia Europea de Doctores.